María Antonia de Paz y Figueroa.
Beata María Antonia de Paz y Figueroa o bien beata María Antonia de San José, más conocida como Mama Antula (Santiago del Estero (ciudad), Santiago del Estero, 1730 - 7 de marzo de 1799, Buenos Aires) fue una religiosa argentina.
Obra misionera
Desde muy joven comenzó a trabajar con los jesuitas (Compañía de Jesús) colaborando en la organización de ejercicios espirituales. Luego partió a Buenos Aires donde durante veinte años de su vida se dedicó a predicar el mensaje de Cristo.
En 1795 fundó la Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, la que aún sigue cumpliendo su misión.
Falleció el 7 de marzo de 1799 en dicha Casa. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad ( la escuela de la piedad), de la ciudad de Buenos Aires; la congregación llamada Hijas del Divino Salvador, que siguiendo su ejemplo fundaron el Santuario de San Cayetano, en el, desde el siglo XX llamado barrio de Liniers, Buenos Aires. San Cayetano y San José eran los santos en los que tenía mayor devoción María Antonia de Paz y Figueroa.
Vida de María Antonia de Paz y Figueroa y sus “beatas”[editar]
En 1760, en Santiago del Estero, María Antonia de Paz y Figueroa reunió a un grupo de chicas jóvenes que vivían en común, rezaban, ejercían la caridad y colaboraban con los padres jesuitas. En aquel entonces se las llamaba “beatas”; ahora se les dice laicas consagradas. Durante veinte años María Antonia estuvo al servicio de los padres jesuitas, asistiéndolos especialmente en las tareas auxiliares de los ejercicios espirituales.
Cuando se produjo la expulsión de los jesuitas en 1767, María Antonia pidió al mercedario fray Diego Toro que asumiera las tareas propias de la predicación y la confesión, mientras que ella se ocuparía con sus compañeras del alojamiento y las provisiones para continuar con los ejercicios espirituales. La amistad con los jesuitas la siguió manteniendo vía epistolar.
Viajaba caminando descalza
Tiempo después abandona Santiago del Estero para organizar ejercicios espirituales en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja. “Mama Antula” —así empezaron a llamarla— era una mujer con un estilo muy peculiar. Los viajes los hacía caminando descalza y pidiendo limosnas. No quedan testimonios de cuántas veces preparó ejercicios en algunas ciudades, pero sólo en Tucumán se hicieron sesenta. A pesar de sus viajes por montañas, desiertos y parajes que desconocía, jamás sufrió percance alguno. En Catamarca padeció una enfermedad y fue desahuciada por el médico. “Me encomendé al Sagrado Corazón y me encontré curada pronto, sin ningún remedio”, aseguró. Una vez se rompió una costilla, en otra ocasión se dislocó un pie “pero fui curada una y otra vez por una mano invisible”, repetía.
En Córdoba y Buenos Aires
En menos de un año organizó en Córdoba ocho tandas de 200 y 300 personas. Y siempre conseguía las limosnas suficientes como para mantener a toda esa gente e incluso en ocasiones había un excedente que sería para ayudar a pobres y presos.
Pero en Buenos Aires no fue muy bien recibida. La trataron de loca, borracha, fanática y hasta de bruja. Los niños de las afueras de la ciudad al verla llegar con un mal apecto por el largo viaje comenzaron a apedrearla y abuchearla. El obispo mostró desconfianza y postergó la respuesta por nueve meses, mientras solicitaba informes sobre María Antonia. Luego no sólo le dio autorización sino que además se convirtió en un gran admirador y le dejó un nada despreciable legado.
Terminantemente opositor fue el virrey Vértiz, dada su antipatía visceral hacia todo lo que fuese jesuítico. En esa actitud firme permaneció por dos años y con poderes sobre el terreno religioso, le negó a María Antonia la autorización para organizar los ejercicios espirituales. Hubo un gran revuelo en ese entonces y solo se hablaba de ella, ya que realizaba los ejercicios de forma clandestina en casas alquiladas por el obispo a algunas familias concurrentes a la iglesia. Las personas cercanas a la nobleza comenzaron a concurrir a estos a escondidas y cuando se supo hubo un gran revuelo y Maria Antonia no pudo seguir ocultando esto. Habia conseguido unos terrenos en las afueras de Buenos Aires, actual independencia 1190 por medio de donaciones.. Las promesas de un mejor trabajo en el centro de Buenos Aires junto con la fe que depositaban en Cristo gracias a la predicacion de Maria Antonia habria sido el motor para el gran viaje que realizaron a pie. Al descubrirse oficialmente sus practicas Maria Antonia se vio obligada a tener una reunion con el Virrey actual. Se llego a un acuerdo donde ella accedió a ceder sus esclavos al Virrey y ponerlos a su servicio en su finca personal si este aceptaba las practicas y le facilitaba mano de obra para la construccion de su sede religiosa.
Una que vez que esto se hizo oficial la gente de la nobleza y personas de alto poder economico y social que proliferaban en aquel entonces y que no tuvieron que ocultarse para concurrir a los ejercicios realizaron grandes donaciones a Maria Antonia para poder realizar la construccion de la actual casa de ejercicios espirituales en aquellos mismos terrenos de independencia al 1190.
En tanto, dos amigas suyas habían emprendido en Salta y Tucumán la organización de los ejercicios espirituales. Este hecho, unido a la trascendencia que cobraba esta práctica religiosa, la alentó a darle forma a su pequeño grupo de beatas, con una serie de pasos que comenzaron en un postulantado, la vestición del hábito, y la formulación de votos privados.
Tiempo después Madre Antula fue invitada desde la Banda Oriental (hoy Uruguay) para propagar los ejercicios espirituales.
En el marco de un nuevo aniversario de María Antonia de Paz y Figueroa-Mama Antula, la primera Mujer Beata, laica y santiagueña.
Un lujo personal que la obra de mi autoría, a partir de hoy forma parte del patrimonio cultural de la gobernación de la provincia de Santiago del Estero.
Los Senadores Nacionales por Santiago del Estero Dra Ada Itúrrez de Cappellini, Dr Gerardo Zamora y D Gerardo Montenegro, invitan a usted a la Muestra Plástica “Mama Antula Peregrina y Madre de la Patria”, que se realizará en su homenaje con obras de reconocidos Artistas Plásticos reiterando el pedido del pueblo argentino al Papa Francisco: “a Mama Antula la queremos Santa”.
Salón de las Provincias.
Abierto al público del 13 al 17 de marzo, a partir de las 9 hs
Tel: 011 2822-3000 (internos 3777/8/9)
Hipólito Yrigoyen 1849. 1ºpiso
eventomamaantula@gmail.com
Ciudad de Buenos Aires.
Muchas Gracias Senadores Nacionales por la provincia de Santiago del Estero.
Sra. Senadora Nacional Ada Iturrez de Cappellini.
Jorge Aníbal del Viso
Fotografía HSN
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